La noche está tan hermosa
Hace tanto que la espero
Para decirle: ¡La quiero!
Lo afirmo; es Ud. preciosa
Y yo...no soy mal parecido.
Al pasear nos conocemos
Despacio, muy dulcemente
Nos perdemos entre la gente
Y tal vez, yo la convenza
Vamos, no tenga verguenza
Puede que juntos lleguemos.
Y después que sea un hecho
A nuestras vidas unir
Y si Ud. puede consentir
Que sea su otra mitad
Para con extrema bondad
Compartir Ud. y yo nuestro lecho.
Arriba
Muchas mañanas, al sonar el despertador siento,
como tú que no lo voy a lograr.
mi alma y mi cuerpo ya no querrán seguir...
¡Sería más fácil decir no!...
Quedarme en la cama un rato más,
escaparme a través de los sueños
y dejar que alguien más decidiera la vida por mí...
Hay tantas mujeres que sencillamente esperan
que las cosas sucedan
o que ni se enteran de que suceden...
que ¿por qué insistir yo en pertenecer al grupo
de los que hacen que el mundo gire?
Pero afortunadamente, cuando empiezo a flaquear,
como seguramente te pasa a tí,
surge desde muy dentro de mí, como un trueno,
el grito de mi alma que dice:
no hemos llegado hasta aquí para claudicar.
Allá afuera hay todavía muchas montañas que escalar,
un mundo maravilloso esperando que tú lo descubras.
con renovado entusiasmo,
la increíble aventura de vivir...
autor: Carmina Cisneros
No hay comentarios.:
Publicar un comentario