07 abril 2006

Como la luz

- He llegado al confín de la fatiga
y no recuerdo como se descansa;
tal vez con abandono lo consiga,
como hoja verde sobre el agua mansa.
Pero quizá me arrastre la corriente
turbando su revuelo mi sosiego;
dormiré los sentidos y la mente,
y la luz dormirá, y dormirá el fuego


Como la luz

Como la luz llegaste,
fulminante, absorbente, silenciosa,
prístina, sin contraste;
y en tu voluptuosa
luminiscencia mi ansiedad reposa.

Claridad de intenciones
en diáfanas palabras derramadas
desnudas de razones…
Oh las horas pasadas
en olvido de raudas madrugadas.

Espontáneas ofertas,
ignorantes de púdico rubor;
y tus múltiples puertas,
francas al invasor,
se estrechan, no se cierran, al amor.

Cálida luz radiante,
frena el avance de la sombra fría,
prolóngame este instante
en dimensión de día,
y el día en infinita melodía.

Y envuelto en tu remanso
de paz, los ojos cerraré apacible,
hallando en tí descanso
sereno, inextinguible,
rodando el tiempo en flujo imperceptible.

autor: Francisco Alvarez Hidalgo





Si me voy antes que vos
si te dejo en estas tierras
no te asustes de la noche
que en la noche vivo yo.

Si me voy antes que vos
si es así que estás dispuesto
quiero que tus noticias
hablen del aire y del sol.

Quiero que siempre recuerdes
lo que dijimos un día
que cada vez que te rías
rio contigo mi amor...

y no te olvides de algo
que se adivina en la vida
y es que la vida misma
es un Milagro de Amor.

Si me voy antes que vos
y visito tu silencio
no es para que estés triste
ni para ver tu dolor.

Quiero decirte mi amor
en estas torpes palabras
que cada vez que llores
lo sabrá mi corazón.

Y nos encontraremos
pues siempre estuve a tu lado
hacia dónde y hasta cuándo
esas son cosas de Dios.

Y nos encontraremos
pues siempre estuve a tu lado
siempre aunque me vaya antes
es un Milagro de Amor.


autor: Jaime Ross


La Venus del espejo

Pensemos en la muerte enamorada,
la muerte que es la espalda de la vida
o su pecho quizás, ida o venida,
que hasta abrazarla no sabremos nada.
*
Creemos que la vida es nuestra amada,
que la besamos en la frente ardida
y que detrás hay una nuca hundida
que acaricia la mano trastornada.
*
Y vivimos tal vez frente a un desnudo,
una espalda hermosísima o escudo:
La Venus del espejo de la muerte.
Más allá, al fondo, sus dos ojos brillan
de malicia o de amor, nos acribillan.
Oh Venus, ven, que quiero poseerte.

*
Gerardo Diego



El juego en que andamos
*
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
*
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
*
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.
+
autor : Juan Gelman,

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