Si te busco

Si busco en rincones
como enajenado
huellas invisibles
y que nadie sabe

Si volteo páginas
me asomo a ventanas
casi sin motivo
y busco en las redes
del ocaso incierto
las sombras del aire

Y si me escucharan
musitando versos
y rimas difíciles
tejidas en suaves
vellones de viento,
pronunciando nombres
que no parecieran
dirigirse a nadie
lanzando cumplidos
al viento en la tarde.

Es que te he buscado
buscado y buscado
sin poder hallarte
Y anduve soñando
soñando y soñando
que había de encontrarte.

Cuándo, cómo, dónde?
entre los aromas
de qué días fugaces
frente a qué lucero
hallaré tu nombre
ficción de poesía?
He de saludarte
en lenguajes nuevos
y voces ajenas
que se me deshacen?

Voy hojeando días
de azules vibrantes
noches despejadas
de pautas repletas
de estrellas errantes
indices perdidos
códigos secretos
nudos de anagramas
de grandes verdades

Es que voy batiendo
crepúsculos rojos
queriendo encontrarte
Y vivo soñando
soñando y soñando
que tendré que hallarte.


autor: antrix 20






TU Y YO

Soy el aguila que vuela,

tu el ruiseñor que canta.


Yo domino el espacio,

pero tu al cantar conquistas el alma.


Para ti soy tu templo

y tu eres mi sutil santuario.


Poseo el codigo de vida,

tu el divino sagrario.


El codigo todo lo corrije,

el evangelio todo lo perfecciona.


Soy fuerte por la razón

y tu invencible por tus lágrimas.


La razón convence,

pero las lágrimas suavizan.


Para ti soy el cerebro y tu mi corazón...
este fabrica la luz y el tuyo el amor.


La luz todo lo fecunda,

pero el amor lo resucita.


Yo estoy donde termina la Tierra...

... Y tu donde comienza el Cielo.


autor: Alejandro Bethancourt

Este Instante

Temblores en las yemas de mis dedos
acechan tus recursos, tus instantes;
llevo hacia ti, en ofrecimientos quedos,
larga tropa de tactos vacilantes.

No prepares la guerra, abre tu plaza
a esta invasión de paz y de alborozo;
desármate en sonrisas; desenlaza
la cinta de la túnica hacia el gozo.


Para el amanecer quedan cien horas,
o tal vez diez minutos solamente;
detén la idea, impide que la mente
precipite en el alma las auroras.

Este momento prófugo en que lloras,
este soplo de tiempo insuficiente,
tórnese inmóvil como lo es ardiente,
o alárguese en penumbras soñadoras.

Será en ti la alborada falsa vida,
resurrección inversa en que la huída
no es del morir, sino a la misma muerte.

Aférrate a este instante, no hay mañana;
si la luz te llamara a la ventana,
diré que duermes, y se irá sin verte.


autor: Francisco Alvarez Hidalgo

Hoy tengo recogida el alma,

porque hoy es todos los días de invierno.

Están mis sentimientos en pétrea calma.

El frío y el silencio son un infierno.



Tengo el alma arcillosa y reseca,

resquebrajada como tierra sedienta,

que sólo a través de estas líneas se lamenta;

un alma que ya no es buena, pero tampoco peca.



Hoy he llegado al fondo del pozo,

donde tanta oscuridad llega a ser clara

para la vista que el esfuerzo acostumbrara,

a fuerza de inventar todo lo hermoso.



Y de la nada mi fe resurge

cual ave fénix de las cenizas.

Ya siento correr nuevas brisas;

mi fe me llama, me despierta, me urge.


desconozco el autor

Esquina


Una ciudad lejana, y una esquina
donde veré el revuelo intermitente
de tu vestido azul, donde la gente
ni sepa ni le importe quién camina;

donde tu espalda tenue se reclina
en la pared, dorada al sol poniente,
que más que el puño cinceló la mente,
cada piedra una fe y una doctrina.

En este mismo punto, donde antaño
otro amante lo hiciera, te acompaño,
aunque sin esperar sombra discreta.

Preámbulo a la noche, en plena tarde,
no por frivolidad ni por alarde,
porque sin ti cada hora es incompleta.


autor Francisco Alvarez Hidalgo

LLUEVE NOSTALGIA

Porque temes que vuelvan las ausencias
con su atrezzo pueril de monosílabos
a coser con destellos en arcanos
la hojarasca que resta de los besos.

Porque secas la brisa de una lágrima
con harapos de risas sollozadas
mientras vuela liberto entre celajes
el suspiro añorante de la hoguera.

Porque ciñes con cíngulos de anémonas
las tormentas que avienta tu regazo
en ardientes conciertos libertinos.
Por todo ese calor que es tu llovizna,
las flores ateridas y ecos de agua
se mueren de estiaje ante tus ojos.


autor Bardo