y no saben sus pétalos besarme;
¿me dejarás como ellas marchitarme,
con la esperanza rota en mil pedazos?
Resuena como un eco mi gemido
por las hondas cavernas del recuerdo;
contigo amé y reí; y hoy que te has ido,
el pan amargo de tu ausencia muerdo
Vendrá, vendrá, no puede haberse ido
definitivamente;
sólo el río prosigue el recorrido
sin regresar jamás hacia la fuente.
El estará al llegar; no se ha ausentado;
emergerá en la curva del sendero,
y de nuevo a mi lado,
volverá a ser amante y compañero.
autor: FRANCISCO ALVAREZ HIDALGO
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