06 abril 2006

Encuentro de sentimientos

Encuentro de una tarde,
Donde fuimos sentimientos
Clamamos en palabras
Quimeras al viento.

Y en la distancia que nos separa,
Y nos une de emoción
Pudimos expresar
Nuestra bella sensación.

En el recuerdo ha quedado
Y grabada en el corazón
Cada palabra dicha,
Con sentimiento y pasión.

Verdades de palabras
Afloraron de nuestro ser
Para colmarnos de dicha,
En una tarde, de un ayer.

Autora: Nangel



Mi verdadera amistad

La amistad que yo te ofrezco no es de minutos ni horas, mucho menos meses...La amistad que yo te ofrezco es para toda la vida y en alguna otra si nos volvemos a reencontrar...

La amistad que yo te ofrezco es sincera y sin reproche alguno...

La amistad que yo te ofrezco es libre de juicios y pese al que dirán, sabes que en mi siempre podrás confiar...

La amistad que yo te ofrezco es sin condiciones ni ataduras, eres consciente de todo lo que haces, como también yo lo soy...

La amistad que yo te ofrezco es, fue y será por siempre la más especial que en alguien más no encontrarás, por más que haya quien me quiera reemplazar...

La amistad que yo te ofrezco es sólo eso una amistad que podrás o no motivar, tal vez podrás dejarla a un lado, pero cuando realmente ocupes un hombro en que llorar, sabes que ahí estará...

La amistad que yo te ofrezco no quiere causar confusiones ni mucho menos complicaciones...

La amistad que yo te ofrezco sólo desea lo mejor a cada paso que das, aunque sea sin mi, sabes que siempre estaré contigo...

La amistad que yo te ofrezco está libre de dudas y si tú llegaras a dudar, aquí estaré libre para aclararlas...

La amistad que yo te ofrezco jamás tendrá un "no" para ti, porque no se le puede decir que no a la persona que más ha llenado mi experiencia...

La amistad que yo te ofrezco sabe que somos humanos y como todos cometemos errores...

La amistad que yo te ofrezco sabe perdonar, y olvida cada día con una respuesta lo pasado, dejando así solo espacio para los bellos momentos que contigo he pasado...

La amistad que yo te ofrezco es de tiempo completo, y espera día a día una sola sonrisa tuya para seguir motivada...

La amistad que yo te ofrezco no desea verte sufrir, ni mucho menos llorar, pues en un arrebato de coraje podría desgarrar al que hizo tus lágrimas causar...

La amistad que yo te ofrezco es desde siempre y aunque no podamos estar siempre juntas como antes, te comprende y sólo desea que sea feliz con quien mejor te parezca sin importar con quien...

La amistad que yo te ofrezco aquí estará esperando por ti en las buenas y en las malas, siempre con una palabra cierta y sincera sin ocultar lo que realmente sucede en nuestras vidas...La amistad que te ofrezco estará siempre presente para brindarte un tierno abrazo, o un dulce beso, y en todo el tiempo posible decirte lo mucho que te quiero...






Bajo el mismo firmamento


En esta gran bóveda oscura,
Busco tus ojos, luceros distantes,
Que me hablan en su destello,
Que igual en esta noche
Observan la inmensidad radiante
Que vestida de gala
Nos regala el encuentro,
En suaves susurros en el frío del viento
Y en aroma de flores distantes,
Que me provocan
Para recordar en sus péalos
Tus besos.

Sin poder presentirnos
En selvas de concreto
Somos almas prisioneras de recuerdos,
Y mi grito escondido
No supera lo que siento
Ahogándose en mi pecho,
Rompiendo de repente en llanto
Humedeciendo tibiamente
Este silencio.

Y las estrellas, allí musitando
Tu nombre en lo eterno,
El que llevo como mi rosario,
Al que aferro con fuerza
Y le hago mi plegaria
Al dedicarte mis sueños.

Siento tu mirada perdida
En algún lugar de este universo,
Construyendo quizá
Algún anhelo nuevo,
Tan lejos de mi vida...
De lo que siento.
Y yo solo acercándote
En este frío silencio,
Para rozarte en la brisa
Que besa tu rostro sereno.

Y el amor girando en el aire,
Reposando en el tiempo,
Como luciérnaga loca
Revolotea en mi cuerpo,
Y con fuerza persistente
Añora conectarse contigo
A travéz de este campo
De infinito encanto
Nombrado cielo.

Y en terrazas desoladas
Construidas por rustico concreto,
En un mundo más real,
Un hombre, una mujer, estando lejos,
Contemplan en sus noches su cielo,
Tratando de fortalecer
Las fantasías de sus pensamientos,
Y olvidarse un poco de la ciudad
Que reposa al fondo
Imitando luces de firmamento,
La que es para sus vidas
La sala de tortura de sus credos.


Mi corta esperanza
Pensar en seguir la curvatura del universo,
Por que se que bajo este cielo
En algún lugar te encuentras,
Y esta marcado el camino
Que me conduce a tu lecho,
A tu mundo de bondades
A tu orden sagrado de sonrisas
Y de imprevisto silencio.


Noche eterna de no hallar respuestas
Por más que me esfuerzo.
Solo pensamientos de tu mirada de enigma,
De tu alma tan perfecta,
De mi amor divino,
Del por qué te espero...


Al saber que separados
Nos unimos al contemplar el firmamento,
Nace un momento de luz
Que quisiera fuera eterno,
Como eterna es mi admiración
A la grandeza del amor,
Al lograr entenderlo
Por encima de los sentimientos.

autor: Lina Morales





Mujer

Mujer, en un silencio que me sabrá a ternura,
durante nueve lunas crecerá tu cintura;
y en el mes de la siega tendrás color de espiga,
vestirás simplemente y andarás con fatiga.


El hueco de tu almohada tendrá un olor de nido
y a vino derramado nuestro mantel tendido.

Si mi mano te toca,
tu voz, con la vergüenza, se quebrará en tu boca
lo mismo que una copa.


El cielo de tus ojos será un cielo nublado;
tu cuerpo, todo entero, como un vaso rajado
que pierde un agua limpia; tu mirada, un rocío;
tu sonrisa, la sombra de un pájaro en el río.
y un día, un dulce día, quizá un día de fiesta
para el hombre de pala y la mujer de cesta;
el día en que las madres y las recién casadas
vienen por los caminos a las misas cantadas;
el día en que la moza luce su cara fresca,
y el cargador no carga y el pescador no pesca;
tal vez el sol deslumbre; quizá la luna grata
tenga catorce noches y empolvoree la plata
sobre la paz del monte; tal vez en el villaje
llueva calladamente; quizá yo esté de viaje.


Un día, un dulce día, con manso sufrimiento
te romperás cargada como una rama al viento.
y será el regocijo
de besarte las manos; y de hallar en el hijo
tu misma frente simple, tu boca, tu mirada,
y un poco de mis ojos, un poco..., ¡casi nada!...


autor: José Pedroni


No hay comentarios.: