06 abril 2006

Un sueño que no muere


"No todos los ojos cerrados duermen,
y no todos los abiertos ven".

Y es imposible no pensar en esta frase,
Cuando por hábito se sueña a cada paso,
Al cerrar los ojos, no por el cansancio,
Sino por la urgencia de vivir soñando.

Y hoy, de nuevo, camino
Por el sinuoso sendero transitado,
Del que otras veces recibí rechazo.
Pero insisto empecinado.

Y es el camino del sueño que no muere,
Pero que es solo eso, un sueño,
De ser amado y amar sin condiciones
Para vivir un mundo eterno de esperanza.


Ya aprendí que no quiere ser mi tiempo,
Pero retorno a él, inquebrantable,
Porque el día que este sueño muera,
Será el fin de mi vida de poesía.


Sueño con poder tenerla entre mis brazos,
Y acariciar su cara tan querida,
Sabiendo que cada gesto es recibido,
Con el signo sin dudas del que ama.



Sueño con quien no sepa de renuncias,
Que no caiga por distancias ni por tiempos,
Que no le importe esperar o que la esperen,
Que un "talvez" no ponga fin a tantas ilusiones.


Por supuesto, esto es un sueño.
Como esperar que alguien
Que tenga el mismo sueño que este mío,
Escuche mi reclamo y lo conteste.


Como creer que quien espera ser amada
Deje sus urgencias de cariño,
Libradas a otra época que puede no estar cerca,
O que puede ser solo eso, un sueño.


En tanto yo sigo en este paraíso,
Que no por dudoso podrá desanimarme,
Porque el día que este sueño muera,
Será el fin de mi vida de poesía.


Autor: Carlos M. Baena





EL BREVE AMOR

Con qué tersa dulzura
me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,
me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en le espacio, en vilo, hasta que el beso
se posa curvo y recurrente
para que a fuego lento empiece
la danza cadenciosa de la hoguera
tejiéndose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo-

(¿Por qué, después, lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre las cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos ?)


autor Julio Cortazar



SUEÑOS


Anoche fuí felíz
porque estabas conmigo,
en mi sueños te ví,
te convertiste en mi abrigo.
Estando tan juntos
desapareció ese frío.... tan frío...
y todo fué calor, amor,
ternura, pasión y suspiros.

Estabas aquí,
lejano amado mío,
borraste la distancia,
le quitaste el sentido,
y creaste esa magia
que todo convirtió en divino,

Y ví tu sonrisa,
tu sonrisa de niño,
lleno de ilusión,
tan puro, genuino..

Y escuchaba tu voz
murmurándome al oído
tus dulces palabras, mi amor,
ésas, que jamás me habías dicho.

Y danzábamos juntos
a la orilla de un río
nuestra danza de amor
siendo el cielo testigo.

Me reflejé en tus ojos,
y vos en los míos,
me zambullí en tu mirada
y brillé con su brillo.
Solamente fuí tuya
y vos solo mío...


Y la noche pasó
y desperté con frío,
ya no sentía calor,
ya no tenía mi abrigo,
la magia desapareció
y también nuestro río,
y nada fué igual
porque ya te habías ido.

Te llevaste tu sonrisa,
tu sonrisa de niño
y dejé de brillar
sin tu mirada y su brillo.

El murmullo acabó
ya no quedan suspiros,
y renació mi tristeza
al no tenerte, amor mío.

Pero volveré a soñar,
es lo único que pido,
si es la única manera
de tenerte conmigo.


Autora: "Tormenta-Arg-"
Todos los derechos reservados




Anoche cuando dormía


Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.

Dí: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.

Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.


autor: Antonio Machado

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